domingo, 21 de febrero de 2010

Construyendo un telescopio.

Existen dos tipos de telescopios: refractores y reflectores. En los primeros, la imagen es formada por una lente (el objetivo) y observada con un ocular, que actua como una lupa. En los segundos, la imagen es generada por un espejo que actua como objetivo, y también es observada mediante un ocular.
Veremos como podemos fabricarnos un telescopio refractor muy sencillo, que nos permitira ver los cráteres de la Luna y también, con un poco de suerte, los satélites de Júpiter o los anillos que rodean a Saturno.
Los elementos principales que necesitaremos serán:
• una lente de anteojos, aunque sea usada y con la forma del armazón, con una graduación positiva cercana a 1 dioptría. Positiva significa que las cosas se ven más grandes a través de la lente. 1 dioptría significa que la distancia focal es de 1 metro (la distancia a la cual se concentra la luz del sol cuando pasa a través de la lente). Esta lente será el objetivo.
• una lente, también con graduación positiva, pero con una distancia focal pequeña (pocos centímetros), que servirá como ocular. Puede ser una lupa potente, el ocular de un microscopio, la lente de una cámara fotográfica descartable, etc.
• un tubo de cartón de una longitud aproximada a la distancia focal del objetivo.
Como se ve en la Figura, debemos fijar la lente objetivo en un extremo del tubo y además colocarle adelante un diafragma hecho con un trozo de cartulina en el que haremos prolijamente una abertura circular de unos 15 a 20 mm de diámetro. Si no colocamos este diafragma, las imágenes serán muy distorsionadas. Para instalar el ocular y poder acercarlo o alejarlo del objetivo y así enfocar la imagen, debemos fabricar un tubo de cartón de menor diámetro, que se deslice dentro del tubo más largo; en un extremo de ese tubo se ubicará nuestro ocular. Cuando la imagen esté en foco, el ocular estará aproximadamente a la distancia focal del objetivo.
Y ya está casi listo nuestro telescopio! Casi, porque es esencial tener un buen soporte para poder observar bien. Cuanto mayor sea el aumento del telescopio, mejor deberá ser el soporte. El aumento se calcula como el cociente entre las distancias focales del objetivo (que llamaremos F) y del ocular (f); por ejemplo, si F = 100 cm y f = 2 cm, entonces Aumento = F/f = 100/2 = 50.
Volviendo al soporte, podemos sujetar el tubo del telescopio con bandas de goma a las patas de una escalera, o de una banqueta puesta al revés, etc. El tipo de soporte dependerá de las posibilidades de cada uno, pero no es una cuestión de poca importancia porque no hay nada más desalentador que una imagen de la Luna que se mueve constantemente... Y ni hablar de los planetas...

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